Los datáfonos o TPV (terminal en punto de venta) son dispositivos que mediante una conexión de datos permiten el cobro por medio de tarjeta de crédito o débito en un establecimiento

Qué es y cómo funciona un datáfono o TPV
Los datáfonos o TPV (terminal en punto de venta) son dispositivos que mediante una conexión de datos permiten el cobro por medio de tarjeta de crédito o débito en un establecimiento
El aparato detecta la tarjeta (a través de la banda magnética antes, a través del chip y el pago contactless ahora), se comunica (vía telefónica, o IP vía GSM, GPRS o wifi) con la central de la entidad financiera y comprueba que la tarjeta está activada y no tiene restricciones para la transacción (que no tiene límite, que si lo tiene no se ha excedido o que no tiene ninguna alerta asociada, por ejemplo, que no es una tarjeta robada). Una vez que se aprueba la compra, se imprime un comprobante que da confirmación de que se ha realizado correctamente.
El datáfono está asociado a una cuenta del establecimiento, donde se reflejan los abonos de los clientes realizados a partir de este dispositivo. Generalmente, las ventas se actualizan a diario.
Existen varios tipos de datáfonos:
Existen otras soluciones de pago que no implican el uso de un terminal de cobro. Hablamos de las plataformas de pago virtual para apps o comercios online. También hablamos del uso de tablets y dispositivos electrónicos similares para cobros.
Para comprar, para viajar, para tu día a día, para hacer frente a un imprevisto… Sea cual sea tu necesidad, tenemos una tarjeta para ti.
En los años 70 se empezaron a utilizar tarjetas de crédito con relieve. Estas tarjetas se pasaban manualmente por unos dispositivos con un papel de calcar y un rodillo, donde quedaban establecidos los datos de la transacción, con una copia para el comercio, otra para el cliente y otra para el banco. Estos dispositivos se llamaban comúnmente en España bacaladeras.
En la década de los 80 se empezó a dotar a las tarjetas de una banda magnética que contaba con la información del titular y la tarjeta. La bacaladeras empezaron a pasar a la historia y se sustituyeron por datáfonos conectados a la red telefónica para hacer los cobros, recabando la información a través de un lector de bandas magnéticas.
El paso siguiente fue el remplazo de la banda magnética por el chip y el desarrollo de la tecnología contactless, que permite una lectura más rápida y sin contacto.
En la actualidad, el pago contactless permite también el uso de móviles y smartwatches para el pago en datáfonos.