¿Por qué? Porque el sistema de amortización funciona teniendo en cuenta en cada pago todo lo que queda por devolver. Si pedimos 100.000 euros al 4% anual, el primer año tendríamos que devolver el 4% de esos 100.000, que son 4.000 euros. Si dividimos los 4.000 de intereses que debemos devolver el primer año, eso supone doce cuotas de 333,33 euros. Por tanto, el primer mes pagamos 333,33 euros de intereses y a eso añadimos lo restante hasta los 477,41 euros que hemos fijado como cuota fija: 144,08.
¿Qué pasa en la segunda cuota del préstamo? Que hay que recalcular todo partiendo de que lo que debemos ya no son 100.000 euros sino 99.855,92 euros (ya hemos pagado 144,08 del capital inicial prestado). Por ello, en la segunda cuota pagaríamos 332,85 euros de intereses, y así iría bajando la cifra de interés que pagamos cada mes y subiendo la parte de capital. Quizá lo puedes entender mejor poniendo las cifras que quieras en un simulador de hipotecas que muestre el cuadro completo de amortización.
Bien, pero ¿por qué cada seis o doce meses se revisa el importe de las cuotas y el tipo de interés? Si te pasa es porque tu hipoteca es variable: un tanto por ciento fijo más lo que marque el euríbor. Si el euríbor sube o baja, ello afecta al tipo de interés y a las cuotas, que hay que recalcular en base a esa nueva suma de tipo de interés al que se nos concedió el préstamo más el valor del euríbor.
¿Y en qué consisten el sistema de amortización alemán y el americano? El alemán es un sistema de cuota de amortización fija. En él, en vez de que sea fija la cuota mensual (la suma de interés más capital), se parte de que cada mes se devuelva la misma cantidad de capital. Así, en el ejemplo de los 100.000 euros, habría que devolver cada uno de los meses del préstamo 277,77 euros de capital (100.000 euros divididos en 360 pagos exactos). Por eso, la primera cuota sería de 611,10 euros (la suma de los 277,77 euros de capital que pagaremos cada mes, más los 333,33 euros de intereses del primer mes). Las cuotas restantes totales serían decrecientes, puesto que el fijo de capital no varía pero la parte de intereses sí baja cada mes.
Con un sistema de préstamo alemán, cuando llevas la mitad de los 30 años que poníamos como ejemplo, habrás pagado exactamente la mitad del dinero prestado, aunque el esfuerzo en el pago de intereses será mucho mayor que si hubieses distribuido el préstamo en cuotas idénticas (sistema de amortización francés).
El sistema de amortización americano marca una sola amortización única al final de la vida del préstamo. A lo largo de los años del préstamo solo se pagan intereses. Como no se paga capital, los intereses anuales son fijos.