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Seleccionar bien las condiciones de la hipoteca que estamos contratando es uno de los principales trámites en el proceso de compraventa de una vivienda, pudiendo optar entre un tipo de interés fijo, uno variable y uno mixto. ¿Cómo saber qué opción es mejor? La respuesta dependerá de su situación económica, el plazo de amortización y otros factores.
Definición de hipoteca fija, hipoteca variable e hipoteca mixta:
- Una hipoteca fija se caracteriza porque su interés se mantiene constante a lo firmado durante todo el periodo de vigencia del préstamo. Por ejemplo, al 2%. De esta forma, la cuota se mantiene constante y el cliente no se lleva sorpresas. Su plazo de amortización (duración), puede extenderse hasta los 30 años. En líneas generales, se trata de un producto adecuado para los clientes con más capacidad económica y capacidad de solvencia. Cuantas menos cuotas se paguen, menor será el interés ofrecido.
- Por otro lado, en una hipoteca variable el interés se actualiza con el paso del tiempo, siguiendo la evolución del euríbor, un índice que marca el tipo de interés de referencia del dinero en Europa. Su cálculo se efectúa mediante la suma del euríbor a un diferencial (porcentaje fijo), por ejemplo 0,75% + euríbor. Cada seis o doce mensualidades, el interés se ajusta en función de la media del euríbor durante ese periodo. En ciertos casos, es posible que el plazo de pago se alargue hasta los 35 o 40 años
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¿De qué depende el movimiento del euríbor? Fundamentalmente, de la política monetaria que realicen los bancos centrales. En el caso de la zona euro, el BCE. Dicha institución establece periódicamente un precio del dinero o tipo de interés (actualmente, un 3,5%). Seguro que has escuchado muchas veces la expresión “bajada o subida de tipos”.
Existe un producto intermedio, denominado hipoteca mixta. Esto es, una mezcla entre un préstamo hipotecario fijo y otro variable. Durante los primeros años se aplicará un tipo de interés fijo y posteriormente, pasará a variable (diferencial + euríbor).
Existen además otras condiciones adicionales para todos los préstamos:
- La cláusula suelo establecía un tipo de interés mínimo, aunque fue invalidada por los tribunales en 2013.
- Mientras tanto, la cláusula techo impone un tipo de interés máximo, como su nombre indica. En ocasiones, este valor puede ser alto, invalidando la dicha cláusula techo y convirtiéndola en abusiva.
¿Fija o variable? Relación con la realidad económica
Una vez conocidas las características de ambos tipos de hipotecas, es momento de elegir cuál de las dos consideramos más adecuada a nuestra situación. Hay que tener en cuenta que no existe una solución única, puesto que las necesidades de cada persona varían según su perfil o situación determinada.
- En general, una hipoteca fija, al conocer desde inicio la cuota que vas a pagar toda la vida de la hipoteca, permite diseñar un presupuesto mensual personal o familiar con menos incertidumbres.
- Por otro lado, una hipoteca variable, al estar la cuota mensual sujeta a las variaciones anuales del euríbor, se ajusta mejor a clientes con un perfil socioeconómico cuyo presupuesto es capaz de absorber subidas de cuota a lo largo de la vida de la hipoteca.
Ahora que ya sabes más sobre las hipotecas fijas o variables y cuál elegir, mantente al día en CaixaBank de todo lo relacionado con tu hipoteca y la situación económica general.