Cuando el nombre de una marca es el gancho perfecto
Cada vez son más frecuentes los fraudes que utilizan el nombre o la imagen de comercios, empresas o marcas reconocidas para ganarse la confianza de los consumidores. El objetivo: obtener datos personales, bancarios o pagos por productos que nunca llegarán.
Aunque el mensaje parezca fiable, es fundamental analizar cada detalle y desconfiar de comunicaciones no verificadas.