Queremos ayudarte a entender qué es un seguro y cuándo y por qué conviene contratarlo
¿Qué es un seguro?
Contratar un seguro es una medida de prudencia y protección. A cambio de pagar una prima mensual, tienes la tranquilidad de recibir una indemnización si se produce cualquiera de los supuestos cubiertos por tu póliza.
¿Qué debes saber antes de contratar un seguro de vida?
El tomador de un seguro es quien lo contrata, es decir, el que lo firma y paga. El asegurado es la persona que queda cubierta por el mismo y, el beneficiario, aquel que recibirá la indemnización pactada.
¿Por qué el asegurado y el beneficiario no siempre coinciden? Lo entenderás con un ejemplo: si te has hecho un seguro de vida, tú eres el asegurado, pero los beneficiarios serán las personas que tú hayas designado. Serán ellos quienes cobren la indemnización si pasa algo.
El documento o contrato que especifica las condiciones acordadas con la compañía de seguros (también llamada aseguradora) se denomina póliza.
La suma asegurada es la máxima cantidad que cubre el seguro, mientras que la prima es lo que tú tendrás que pagar a la compañía.
¿Por qué se contratan los seguros?
Básicamente, por tranquilidad, seguridad y prudencia. El desembolso de la prima te permite estar cubierto ante diferentes imprevistos o desgracias. Más vale prevenir que curar, dice el refrán. Por eso nos aseguramos.
A efectos prácticos, existen tres categorías de seguros.
- Los seguros personales incluyen los de vida, accidentes personales, dependencia, salud, etc.
- Entre los seguros de daños o patrimoniales figuran el seguro de automóvil, el de responsabilidad civil, el de incendios, el multirriesgos, el de crédito y caución, el de robo, los agrarios, el de pérdidas pecuniarias, el seguro de hogar y el de ingeniería, entre otros.
- Finalmente, el seguro de decesos, el de asistencia en viaje y el de defensa jurídica son considerados seguros de prestación de servicios.