David del Val, Javier García Arenas | 9 de junio de 2023
En este artículo, abordamos el reto de sostenibilidad al que se enfrenta nuestro sistema público de pensiones, a través de los análisis que han llevado a cabo al respecto la AIReF, la Comisión Europea y el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
La jubilación de los baby boomers
España se adentra en un momento histórico: las primeras hornadas de los baby boomers empiezan a jubilarse ya en este 2023 y seguirán accediendo a la jubilación a lo largo de los próximos 17 años.1 Teniendo en cuenta que en las próximas décadas la población de más de 66 años ganará peso y disminuirá la población en edad de trabajar, es de vital importancia evaluar el reto de sostenibilidad al que se enfrenta nuestro sistema público de pensiones tras la última reforma, labor que han abordado distintos organismos y que analizamos en este artículo.
Según las proyecciones demográficas del INE, entre 2023 y 2050 la población en edad de trabajar se reducirá en España en más de 800.000 personas,2 mientras que la población de más de 65 años aumentará en más de 6 millones. Así, en 2030 prácticamente 4 millones de baby boomers ya disfrutarán de su más que merecidísima jubilación, cifra que superará los 11 millones en 2040. Al ser el sistema español de pensiones públicas un sistema de reparto en el que los cotizantes de hoy pagan las pensiones a los jubilados a cambio de recibir una pensión en el futuro en función de su contributividad presente, cabe preguntarse cómo afectará el aumento del peso relativo de la población sénior a la sostenibilidad del sistema y qué medidas se están tomando para equilibrarlo. Se han realizado estimaciones muy distintas sobre el impacto de la reforma de las pensiones en el déficit de la Seguridad Social a largo plazo, tras aprobarse en marzo la segunda parte de dicha reforma. En este artículo, nos centraremos en el análisis que han llevado a cabo la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF),3 la Comisión Europea en su 2021 Ageing Report (AR21) y el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones (MISSM).
1. Recordemos que los baby boomers se definen como las cohortes nacidas entre 1958 y 1975.
2. Se refiere a la población de entre 16 y 64 años. Se trata de una caída mucho menor que la de las últimas proyecciones demográficas de la AIReF, que la sitúa por encima de los 3 millones. La principal razón de la diferencia es que el INE proyecta unos flujos migratorios anuales netos de más de 300.000 personas en 2023-2050, mientras que la AIReF lo reduce a 229.000.
3. Véase , AIReF. «Opinión sobre la sostenibilidad de las administraciones públicas a largo plazo: la incidencia de la demografía», Opinión 1/23.
El déficit de la Seguridad Social ha sido en 2022 del 0,5% del PIB,4 con un gasto en pensiones contributivas del 12,0% del PIB.5 La AIReF estima que el gasto en pensiones contributivas aumentará en 2,8 p. p. entre 2022 y 2050 hasta el 14,8% del PIB por el elevado coste de la indexación de las pensiones a la inflación (+2,7 p. p.), la derogación del factor de sostenibilidad (+0,8 p. p.)6 y las inercias de la demografía, mercado de trabajo, etc. (+0,4 p. p.), factores que se verán parcialmente contrarrestados por los ahorros de gasto (–1,2 p. p.), que provendrán principalmente (–0,8 p. p.) de la demora en la jubilación gracias a los nuevos incentivos monetarios. El AR21 da estimaciones muy similares del impacto de indexar las pensiones a la inflación y de derogar el factor de sostenibilidad, pero estima que las inercias por demografía, mercado laboral, etc. añadirán al gasto 0,7 p. p. (en lugar de 0,4 p. p.) en términos de PIB.