Este término hace referencia a un servicio financiero en el que la entidad financiera, por ejemplo CaixaBank, facilita la gestión de cobro de las empresas a sus clientes. Además de suponer una mayor eficacia en estas gestiones, se trata de un servicio financiero que aporta numerosas ventajas al cliente que lo contrata, ya que amplía su capacidad financiera y le proporciona liquidez inmediata. También permite una notable reducción de las complejas gestiones por morosidad, impagos y fallidos.
